Acciones

Diferencia entre revisiones de «Viaje a Rumanía»

De wikisenior

Línea 68: Línea 68:
 
</gallery>  
 
</gallery>  
 
</center>
 
</center>
 +
 +
Llegamos ya de noche a '''Brasov'''. La ciudad estaba iluminada. Había mucha gente moviéndose por las calles. Era la Fiesta de la cerveza. Después de hospedarnos en el hotel Gott - completamente reformado pero una vez más sin ascensor – fuimos a cenar a un buen restaurante que nos recomendaron. Un pequeño paseo de vuelta al hotel, y a descansar para poder seguir al día siguiente.
 +
 +
El domingo día 20 amaneció soleado, dejándonos ver una ciudad luminosa y muy agradable, pero nuestro propósito era ver más lugares como Prejmer, Bran, Sighisoara, lugares cercanos.
 +
 +
 +
=== Prejmer ===
 +
 +
Este pueblecito, cuya iglesia fortificada resulta ser un fortín amurallado de los más imponentes de Transilvania, es patrimonio de la UNESCO. Pudimos visitar su interior y la torre de guardia, pero no las viviendas que se sitúan contra  las murallas y dónde debían refugiarse los campesinos en caso de asalto. En estos lugares la mayoría de la gente tiene el alemán por lengua materna.
 +
El siguiente lugar de visita fue Bran dónde se encuentra un castillo que se atribuye de forma errónea a Vlad Drácula [http://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Bran]. El atractivo de este lugar reside en el personaje de “Drácula” de la novela de Stoker  y las películas de terror que siguieron. Aprovechando el interés despertado, resulta ser un una fuente turística nada despreciable.
 +
 +
=== Sighişoara ===
 +
 +
Ya por la tarde nos dirigimos hacia Sighişoara, cuya hermosa ciudadela medieval,  en los Cárpatos transilvanos y patrimonio de la UNESCO, domina el valle y el  el río ''Târnava mare''. Ya en la Edad media la ciudad se extendió en las orillas del río.
 +
 +
Esta ciudad posee un larga historia desde la colonia Dacia de los Sondava III siglo a. J.C. seguido por una base de legiones romanas desde el siglo II.
 +
 +
En el siglo XII artesanos y comerciantes de origen Sajón se instalan para defender y poblar la región en las fortificaciones ya existentes edificadas por los Székely (magyares).
 +
 +
Después de las invasiones mongoles hacia 1240 las fortificaciones y puertas defensivas, rodean la ciudadela. Llega a ser residencia real en 1337 y es nombrada ciudad en 1367 con el nombre de ''Civitas Segusvar''.
 +
 +
El príncipe de Valaquia Vlad II Dracul (Vlad II el Dragón) se establece en la ciudad desde 1421 hasta 1436 y aquí es dónde nace su hijo que reinará bajo el nombre de Vlad III el “Empalador”, y que servirá de personaje para el escritor Bram Stoker bajo el nombre de ''El conde Drácula''.
 +
 +
Llega a ser una ciudad de las más importantes de Transilvania debido a su situación estratégica y comercial.
 +
En los siglos VI y XII, posee unos 15 gremios y unas 20 asociaciones de artesanos.
 +
Los siglos XVII y XVIII le traen bastantes infortunios: incendios, peste, inundaciones y seísmos
 +
La ciudad quedara aislada del desarrollo económico en el siglo XIX, por eso su centro histórico ha conservado su estilo medieval.

Revisión del 17:06 27 sep 2009


Finalmente había llegado el día de la salida hacia Rumanía. La furgoneta nos recogió en la madrugada del día 15 de septiembre a José Luis, Mari Carmen, Monique, Santiago, Consuelo, Pili y Roger. Listos para el largo camino y muy buen humor que no decayó ni solo día. El vuelo hacia este país que solo conocíamos a través de fotos, vídeos, fue tranquilo y sin incidentes destacados. Aterrizamos a la hora prevista en Bucarest. Recogimos el vehículo alquilado a través de internet. Si algunas veces nos pareció largo el trámite en España, allí se alargó mucho más, simplemente la percepción del tiempo puede cambiar de un lugar a otro… Ya de camino hacia la capital rumana, nos encontramos con un tráfico intenso pero que la pericia y paciencia de Roger, hicieron que fuera soportable. El recorrido hacia el hotel, situado en el centro, nos descubrió una ciudad con multitud de obras callejeras. Sí, ya sé que pensáis que también lo mismo ocurre en vuestra ciudad, pero aquí supone una “efervescencia” de personal con paso “tranquilo” y durante las 24 h del día. Sanear, reparar o reconstruir calles y edificios por toda la ciudad (y como hemos podido constatar luego, por todos los lugares en los que pasamos, carreteras, pueblos y ciudades) es y va a ser un trabajo de larga duración.

Bucarest

Se estaba preparando la ciudad para una gran fiesta de fin de semana en conmemoración al 550 centenario de su fundación.

Fundada en 1459, era entonces la capital de la Valaquia. Cuentan que el nombre de la ciudad proviene de Bucur, un pastor que se estableció en este lugar. Bucur significa alegría en rumano, de ahí que numerosos escritores nativos nombran a Bucarest la “Ciudad de la alegría”.

A pesar de sus calles levantadas, de sus viejos edificios en ruinas, es una ciudad agradable con anchas avenidas, villas de abolengo, edificios espléndidos, grandes plazas, parques frondosos y lagos. Está cruzada por el río Dâmboviţa con sus 40 puentes que según nos contaron, representan todas las regiones del país.

Nuestro alojamiento

El hotel Tania de pequeñas dimensiones, pero enteramente reformado, resultó agradable, el único problema: carece de ascensor como muchos hoteles de los que encontramos de precio asequible, de momento suelen tener “botones” que suben y bajan los equipajes, los salarios bajos permiten tener bastante personal. La atención fue de gran amabilidad y buena disposición para hacernos sentir a gusto.

Paseando por la ciudad

Más tarde en una de las calles adyacentes dónde bares, restaurantes y cafés tenían puestas mesas en medio de las calles peatonales, tomamos una “comida-merienda-cena”, intentando pedir junto con los clásicos espagueti y ensaladas, algún plato de nombre misterioso para la sorpresa. A pesar del inicio de cansancio, decidimos luego pasear y acercarnos entre otros lugares al Parlamento "Palatul Parlamentului", edificio faraónico de marmol de la región de Ruşchiţa (45 000 m² en superficie y 400.000m² habitables) y de estilo neoclásico edificado sobre la colina "Dealul Spirii" derribando, para ello, muchas viviendas e iglesias antiguas. A todo mandatario dictatorial en este caso Ceauşescu, le gusta dejar su sello en la piedra.

Frente a el, una multitud de casetas ocupaban la plaza de la Unión "Piaţa Unirii", ofreciendo comida, suvenir, productos artesanales y un dulce delicioso que se repetía en todos los lugares que visitamos el Cozonac [1], aunque su nombre suele cambiar en otros lugares y la elaboración del pastel también.

Al día siguiente visitamos la ciudad, primero dando un paseo alrededor del hotel, y pudimos comprobar la gran religiosidad de la gente frente a las numerosas iglesias de rito ortodoxo. Desde la caída del comunismo la Iglesia Ortodoxa ha vuelto con más fuerza y se han construido muchas iglesias por todo el país. A pesar del principio laico de la Constitución, el estado paga un pequeño salario a los religiosos, que a suvez piden buenas retribuciones a sus fieles por los servicios prestados en bodas, bautizos, entierros.

Acudió una guía, mayor y con una flor en el pelo, muy simpática aunque sus conocimientos fueran bastante limitados. Según nos contó estaba jubilada pero su pensión más bien escasa, necesitaba de una pequeña ayuda que le proporcionaba este empleo. La falta de tiempo no nos permitió visitar muchos de los parques extraordinarios de esta ciudad, pero un paseo al final del recorrido ya sin guía, en el Museo Nacional Dimitri Gusti de Poblados Rumanos, inmenso parque etnológico.

IMG 4416 .jpg

Del idioma

Entendernos no fue un gran problema, ya que nuestro grupo podía manejarse en varios idiomas y sobre todo Santiago, insigne poliglota, que después de un invierno de estudio del rumano, hablaba con una soltura increíble con los nativos. Pequeña sorpresa (o no) algunos rumanos nos paraban, hablando español y contándonos su estancia o los lazos que habían establecido en España, principalmente en nuestra comunidad valenciana.

El rumano de sintaxis latina, y un 75% de léxico originario del latín, tiene además vocabulario eslavo. Los rumanos entienden fácilmente italiano y francés. Unos dos millones de sus ciudadanos tienen otra lengua materna, como el húngaro, alemán, ruso turco, griego, armenio…

En la actualidad los jóvenes aprenden inglés en los colegios.

Călăraşi

Este mismo día 16 de septiembre, ya tarde para evitar atascos, emprendimos la ruta hacia Călăraşi, destino principal de nuestro viaje. En esa pequeña ciudad cercana al Mar Negro, nos esperaban los demás componentes del proyecto europeo @ctive ICT [2]. Como es ya habitual, el reencuentro con los participantes de otros países como Italia, Finlandia, Alemania, Polonia, Letonia, Portugal, y nuestros anfitriones rumanos, fue efusivo.

Durante los tres días de reuniones, cada participante aportó ideas sobre las posibles formas de enseñar nuevas tecnologías a las personas mayores y poder así alcanzar conocimientos más extensos entre los paises de la unión europea.

Tuvimos la ocasión de probar platos típicos de este país en las comidas compartidas del grupo.

En vista de la proximidad de Bulgaria , franqueamos (el grupo español y Massimo de Italia) el Danubio, frontera natural entre los dos países, en un transbordador. Una vez en la otra orilla, fuimos andando hasta la ciudad de Silistra [3].


Por las rutas de Rumanía

El sábado 19 por la mañana, nos despedimos de todos los componentes del encuentro, con la esperanza de volvernos a ver muy pronto.

El sol como todos estos días nos acompañaba y si las mañanas y las noches ya eran más bien frescas, durante el día persistía el calor del verano. Desde la llanura del entorno de Calarasi, nos dirigimos como previsto hacia Brasov, divisando ya, los montes Cárpatos [4]

Al llegar en el valle de Prahova el sol dejó sitio a las nubes y el calor dio paso al frío otoñal, pero los majestuosos pinos, abetos, abedules, y los tupidos helechos nos impresionaron por su belleza. De pronto apareció la ciudad de Sinaia la “perla de los Cárpatos”. Un breve reconocimiento por la calle principal abarrotada de turistas y nos paramos a comer. Aquí probamos, por primera vez, la carne de oso ofertada en la carta. Al finalizar, nos dirigimos al Monasterio de rito ortodoxo, que dio su nombre a la ciudad que lo rodea, en memoria del Monte bíblico Sinaí. Este Monasterio de estilo Bizantino fue fundado por el príncipe Mihai Cantacuzino en el siglo XVII.

Sinai monte.jpg

Después de una búsqueda intensiva ya que no vimos carteles anunciadores, nos acercamos al Castillo de PelesCastelul Pelişor”, antigua residencia de verano construida a finales del siglo XIX, por orden de Carol I de Hohenzollern-Sigmaringen, Rey de Rumanía. Los horarios oficiales de visitas suelen terminar a las cinco de la tarde, y no pudimos ver el palacio en su interior, pero nos dejaron entrar y ver el parque que lo rodea.

Llegamos ya de noche a Brasov. La ciudad estaba iluminada. Había mucha gente moviéndose por las calles. Era la Fiesta de la cerveza. Después de hospedarnos en el hotel Gott - completamente reformado pero una vez más sin ascensor – fuimos a cenar a un buen restaurante que nos recomendaron. Un pequeño paseo de vuelta al hotel, y a descansar para poder seguir al día siguiente.

El domingo día 20 amaneció soleado, dejándonos ver una ciudad luminosa y muy agradable, pero nuestro propósito era ver más lugares como Prejmer, Bran, Sighisoara, lugares cercanos.


Prejmer

Este pueblecito, cuya iglesia fortificada resulta ser un fortín amurallado de los más imponentes de Transilvania, es patrimonio de la UNESCO. Pudimos visitar su interior y la torre de guardia, pero no las viviendas que se sitúan contra las murallas y dónde debían refugiarse los campesinos en caso de asalto. En estos lugares la mayoría de la gente tiene el alemán por lengua materna. El siguiente lugar de visita fue Bran dónde se encuentra un castillo que se atribuye de forma errónea a Vlad Drácula [5]. El atractivo de este lugar reside en el personaje de “Drácula” de la novela de Stoker y las películas de terror que siguieron. Aprovechando el interés despertado, resulta ser un una fuente turística nada despreciable.

Sighişoara

Ya por la tarde nos dirigimos hacia Sighişoara, cuya hermosa ciudadela medieval, en los Cárpatos transilvanos y patrimonio de la UNESCO, domina el valle y el el río Târnava mare. Ya en la Edad media la ciudad se extendió en las orillas del río.

Esta ciudad posee un larga historia desde la colonia Dacia de los Sondava III siglo a. J.C. seguido por una base de legiones romanas desde el siglo II.

En el siglo XII artesanos y comerciantes de origen Sajón se instalan para defender y poblar la región en las fortificaciones ya existentes edificadas por los Székely (magyares).

Después de las invasiones mongoles hacia 1240 las fortificaciones y puertas defensivas, rodean la ciudadela. Llega a ser residencia real en 1337 y es nombrada ciudad en 1367 con el nombre de Civitas Segusvar.

El príncipe de Valaquia Vlad II Dracul (Vlad II el Dragón) se establece en la ciudad desde 1421 hasta 1436 y aquí es dónde nace su hijo que reinará bajo el nombre de Vlad III el “Empalador”, y que servirá de personaje para el escritor Bram Stoker bajo el nombre de El conde Drácula.

Llega a ser una ciudad de las más importantes de Transilvania debido a su situación estratégica y comercial. En los siglos VI y XII, posee unos 15 gremios y unas 20 asociaciones de artesanos. Los siglos XVII y XVIII le traen bastantes infortunios: incendios, peste, inundaciones y seísmos La ciudad quedara aislada del desarrollo económico en el siglo XIX, por eso su centro histórico ha conservado su estilo medieval.