Albardero

En las masías y pueblos de la comarca había algunos albarderos. Donde tenían que ir los de la masía preparaban la paja, lana, lona, lienzo y pieles de cordero o cabra las adobaban en casa y la madera (que tenía que ser especial) para dárselo al albardero.

Donde había trabajo estaban varios días, trabajaban, comían y dormían y les daban un jornal. Hacían albardas, faltres, sillines, basts, monturas, aparejos de fiesta…… hacían de nuevos y remandaban los viejos. Para hacer una albarda doblaban un saco, le pasaban unas bastas y lo rellenaban de paja larga; con esto preparaban el “costillar”. La paja la recogían al tiempo de la cosecha del centeno que era larga y la secaban con mucho cuidado. Lo probaban a los animales que se montaba con las maderas ya preparadas calentándolas y dándoles la forma a cada pieza.

Las terminaban cosiéndolo todo muy bien con sus correspondientes telas en cada sitio. Lo cosían con hilo de pita o esparto que lo confeccionaban los sogueros que hacían cuerdas finas pare coser y cuerdas mas gordas que se llamaban ramales. El último soguero de por estas tierras estaba en la Xana. Los últimos albarderos que hubo en Morella fueron padre e hijo todavía hay aparejos de fiesta que salen en las fiestas de San Antonio.

El padre Ramón Milian Querol nacido en 1861, murió en 1956 a los 75 años. Los últimos años estaba en una silla porque no podía andar y aun cosía adornos de los aparejos. Su hijo Ernesto Milían Ortí nació el día 27 de Febrero de 1908 murió a los 72 años de edad.